domingo, 7 de septiembre de 2014

Mis Amantes

Seguramente les aparecerá algunos signos de interrogación así como sé que les gustará la portada ¿Esta mujer no descansa? Pues no, no descanso, cuando se tiene una obsesión por escribir no se puede parar y así soy, aunque ya estoy considerando un pequeño descanso porque lo necesito mucho, muy pronto les voy a compartir esta historia, sé que el título puede decir muchas cosas y se pueden imaginar perfectamente la trama pero... bueno no puedo decir nada más por el momento, así que aquí les comparto la sinopsis.



"Altos, hermosos, únicos, con una cara y cuerpo de infarto, perfectos en todos los sentidos…
No soy Anna Karenina, ni tampoco madame Bovary, (no tengo la intención de suicidarme por un hombre) mucho menos soy Catalina la grande…
Pero descubrí que era una mujer viva, con fantasías y deseos que sólo ellos me hicieron conocer y que sólo ellos pueden saciar…
Deseo, pasión, amor, entrega…
Uno, dos, tres, cuatro, cinco…
¿Quieres saber quiénes son mis amantes?
Bienvenidas a mi monólogo."

Ocarina del Tiempo; Capítulo 1



Capítulo 1

En el bosque Kokiri…

 Árbol Deku no lo describió físicamente así que tenía que buscarlo, sería diferente y ella lo sabría, todos los que veía en su faena diaria tenían un hada, la chica sentada en su casa, el chico intentando levantar una roca, incluso otra chica en medio del camino que la miraba desconcertada también tenía hada y entonces pudo ver la casa que buscaba, en su entusiasmo al volar apresurada chocó contra una cerca haciendo que se aturdiera un poco pero al incorporarse siguió su camino y entró a la casa. La inspeccionó, las casitas de los niños Kokiris estaban en los mismos troncos y sólo tenían lo necesario para vivir, cama, mesas, una que otra silla y vasijas, miró al niño rubio en su cama delirando su pesadilla sin poder despertarse y se acercó a él.
—Hola Link, despierta —le dijo—. El gran Árbol Deku quiere hablar contigo.
El niño seguía sin despertar.
—¡Link, arriba! —exclamó más fuerte.
Link enterraba más la cabeza en su cama, la pereza no lo dejaba.
—¡Hey vamos! —Navi comenzaba a desesperarse—. ¿El destino de Hyrule depende de un chico tan flojo?
Navi voló a su alrededor de arriba hacia abajo para despertarlo, con seguridad su “escándalo” dio resultado, el niño despertó por fin, se hincó en su cama y se frotó los ojos, se sentó en su cama y la miró atentamente.
—Al fin te levantaste, soy Navi, el hada, el gran Árbol Deku desea que sea tu compañera desde ahora, gusto en conocerte. El gran Árbol Deku te ha convocado, así que vamos ahora mismo.
El chico asintió y bajó de su cama, Link el niño rubio y de los ojos zafiros más hermosos salió de su casa muy erguido, seguramente sintiéndose alguien diferente, seguramente por primera vez veía todo de otra manera sin imaginar la aventura que le esperaba.
—¡Hey hola Link! —una chica del bosque y de cabello verde corrió hacia él al verlo en el balcón de su casa, lo saludó con un gesto de su mano.
Link la miró e inmediatamente bajó por una escalera para encontrarse con ella, la chica estaba emocionada por verlo al fin con un hada que lo acompañara.
—¡Wow un hada! al fin un hada vino contigo Link, ¡Wow! Vaya noticia estoy feliz por ti. —Saria sonreía con gusto—. Ahora ya eres un Kokiri Link ¿Pero es eso cierto? ¿El gran Árbol Deku te ha convocado? Es un gran honor hablar con él, te esperaré aquí, vamos ¡ve a verlo!
 Link asintió dirigiéndose al camino que lo llevaba al gran Árbol Deku pero al llegar alguien lo detuvo impidiéndole el paso.
——Si quieres ver al gran Árbol Deku debes equiparte al menos con alguna espada y escudo —le dijo el fastidioso y arrogante Mido, el Kokiri que custodiaba la entrada.
Decidido a no dejarlo pasar Link no tuvo más remedio que regresar al bosque para buscar las armas que necesitaba adentrándose a los alrededores de su entorno, Link se aventura a encontrarla.
Al pasear por su propio entorno va adquiriendo “rupias” en distintos sectores, son unas gemas de colores que según los mismos así tienen un valor con el cual comprar diferentes objetos, se puede decir que la rupia es la moneda de Hyrule y a lo largo de su aventura Link las debe recoger porque le servirán mucho, por los momentos las de color verde —que valen por uno— y las de color azul —que valen
por cinco— son las más comunes que va a encontrar. Al pasar por un sector de diversas plantas que —curiosamente— estaban muy cerca de su casa encuentra un hueco que lo llevará a la zona de adiestramiento en donde
 al arrodillarse para poder entrar pasó al otro al lado en donde con el cuidado de no chocar con unas extrañas rocas
que circulaban por todo el lugar logró pasar hasta llegar a un enorme cofre en donde al abrirlo se encontró con el
 tesoro oculto de los Kokiri, la espada que necesitaba.
Equipándose de la misma salió del lugar para no perder más tiempo, Navi le recordaba que el Árbol Deku lo necesitaba y le rogaba la acompañara para llevarlo ante él.
Link se dirigió a la tienda Kokiri en donde pagando cuarenta rupias pudo comprar el “escudo Deku” pequeño y de madera propio para los habitantes del bosque que también necesitaría como arma de defensa.
Al llegar a la entrada de lo que sería el camino para ir hacia el Árbol Deku, alguien le impidió el paso a Link, el odioso Mido parecía que por alguna razón detestaba al chico, de mal carácter y engreído no lo dejaba pasar.
—Si quieres ver al gran Árbol Deku debes equiparte al menos con alguna espada y escudo… ¡¿Eh pero que es eso?! —preguntó con fastidio al notarlas—. Oh tienes un escudo Deku… ¡¿Y qué es eso?! —pareció gritar evidenciando su molestia—. ¡¿Esa es la espada Kokiri?! ¡Dios mío! —giró la cara evitando torcer la boca pero tarareando con el pie para contener su paciencia—. Bueno, incluso con todo ese equipo un cobarde es un cobarde, yo el gran Mido ¡nunca te aceptaré como uno de nosotros!—. Extendió su mano deteniéndolo—. ¡Dime! ¿Cómo conseguiste ser el favorito de Saria y del gran Árbol Deku? ¡¿Eh?! Grrrrr… —Gruñó molesto, Mido no disimuló su enojo y envidia pero sin poder hacer nada más y sabiendo que no podía oponerse al llamado del gran Árbol Deku se hizo a un lado y lo dejó pasar.
A todo eso Link pudo haber pensado muchas cosas, Mido no era nada agradable y a primera vista podía caer muy mal pero el chico sensato prefirió permanecer callado y no avivar una pelea sin sentido cuando habían otras cosas más importantes y el menos Mido no merecía que perdieran el tiempo con él.
Link avanzó por el camino pero antes de llegar…
—¡Link cuidado! —gritó Navi.
 Unas extrañas plantas tipo carnívoras aparecieron de la nada creciendo de inmediato, si no actuaba rápido podían herirlo así que con la mayor agilidad —algo de lo que él
mismo se asombró—con la espada las cortó, al hacerlo una nueva arma le apareció de ellas mismas; la vara Deku pero
de las cuales no podía portar más de diez, le servirían para portar fuego en un determinado momento así que ya sabía la importancia de las mismas. Venciendo a las plantas que se cruzaron por el camino y guardando las varas por fin llegó hasta el gran Árbol Deku.
—Gran Árbol Deku he vuelto —le dijo Navi.
—Oh Navi, así que has vuelto —habló el enorme árbol en una especie de telepatía—. Link bienvenido.
El chico lo miró y escuchó atentamente sin saber porqué.
—Escucha bien lo que yo, el gran Árbol Deku voy a  decirte, tus sueños no han tenido descanso en estas lunas pasadas por las pesadillas, los aliados del mal se fortalecen, un clima de maldad se extiende por todo Hyrule y causa pesadillas a quienes lo sienten, ciertamente tú lo has sentido, Link es la hora de que pruebes tu coraje, he sido maldecido necesito que rompas la maldición con tu sabiduría y coraje ¿Tienes el suficiente coraje para encargarte de esta tarea?
El chico asintió, el árbol abrió la boca para dar acceso a su interior y añadió:
—Entonces entra Link y tú también Navi, Navi el hada debes ayudar a Link y Link cuando Navi te hable escucha sus palabras de sabiduría.
De esta manera Link se adentró al interior del gran Árbol Deku para vivir su primera aventura y probar su coraje.