Capítulo 1
En el bosque Kokiri…
Árbol Deku no
lo describió físicamente así que tenía que buscarlo, sería diferente y ella lo
sabría, todos los que veía en su faena diaria tenían un hada, la chica sentada
en su casa, el chico intentando levantar una roca, incluso otra chica en medio
del camino que la miraba desconcertada también tenía hada y entonces pudo ver
la casa que buscaba, en su entusiasmo al volar apresurada chocó contra una
cerca haciendo que se aturdiera un poco pero al incorporarse siguió su camino y
entró a la casa. La inspeccionó, las casitas de los niños Kokiris estaban en
los mismos troncos y sólo tenían lo necesario para vivir, cama, mesas, una que
otra silla y vasijas, miró al niño rubio en su cama delirando su pesadilla sin poder
despertarse y se acercó a él.
—Hola Link, despierta —le dijo—. El gran Árbol Deku
quiere hablar contigo.
El niño seguía sin despertar.
—¡Link, arriba! —exclamó más fuerte.
Link enterraba más la cabeza en su cama, la pereza no
lo dejaba.
—¡Hey vamos! —Navi comenzaba a desesperarse—. ¿El
destino de Hyrule depende de un chico tan flojo?
Navi voló a su alrededor de arriba hacia abajo para
despertarlo, con seguridad su “escándalo” dio resultado, el niño despertó por
fin, se hincó en su cama y se frotó los ojos, se sentó en su cama y la miró
atentamente.
—Al fin te levantaste, soy Navi, el hada, el gran
Árbol Deku desea que sea tu compañera desde ahora, gusto en conocerte. El gran
Árbol Deku te ha convocado, así que vamos ahora mismo.
El chico asintió y bajó de su cama, Link el niño rubio
y de los ojos zafiros más hermosos salió de su casa muy erguido, seguramente
sintiéndose alguien diferente, seguramente por primera vez veía todo de otra
manera sin imaginar la aventura que le esperaba.
—¡Hey hola Link! —una chica del bosque y de cabello
verde corrió hacia él al verlo en el balcón de su casa, lo saludó con un gesto
de su mano.
Link la miró e inmediatamente bajó por una escalera
para encontrarse con ella, la chica estaba emocionada por verlo al fin con un hada
que lo acompañara.
—¡Wow un hada! al fin un hada vino contigo Link, ¡Wow!
Vaya noticia estoy feliz por ti. —Saria sonreía con gusto—. Ahora ya eres un
Kokiri Link ¿Pero es eso cierto? ¿El gran Árbol Deku te ha convocado? Es un
gran honor hablar con él, te esperaré aquí, vamos ¡ve a verlo!
Link asintió
dirigiéndose al camino que lo llevaba al gran Árbol Deku pero al llegar alguien
lo detuvo impidiéndole el paso.
——Si quieres ver al gran Árbol Deku debes equiparte al
menos con alguna espada y escudo —le dijo el fastidioso y arrogante Mido, el
Kokiri que custodiaba la entrada.
Decidido a no dejarlo pasar Link no tuvo más remedio
que regresar al bosque para buscar las armas que necesitaba adentrándose a los
alrededores de su entorno, Link se aventura a encontrarla.
Al pasear por su propio entorno va adquiriendo
“rupias” en distintos sectores, son unas gemas de colores que según los mismos
así tienen un valor con el cual comprar diferentes objetos, se puede decir que
la rupia es la moneda de Hyrule y a lo largo de su aventura Link las debe
recoger porque le servirán mucho, por los momentos las de color verde —que
valen por uno— y las de color azul —que valen
por cinco— son las más comunes que va a encontrar. Al
pasar por un sector de diversas plantas que —curiosamente— estaban muy cerca de
su casa encuentra un hueco que lo llevará a la zona de adiestramiento en donde
al arrodillarse
para poder entrar pasó al otro al lado en donde con el cuidado de no chocar con
unas extrañas rocas
que circulaban por todo el lugar logró pasar hasta
llegar a un enorme cofre en donde al abrirlo se encontró con el
tesoro oculto de
los Kokiri, la espada que necesitaba.
Equipándose de la misma salió del lugar para no perder
más tiempo, Navi le recordaba que el Árbol Deku lo necesitaba y le rogaba la
acompañara para llevarlo ante él.
Link se dirigió a la tienda Kokiri en donde pagando
cuarenta rupias pudo comprar el “escudo Deku” pequeño y de madera propio para
los habitantes del bosque que también necesitaría como arma de defensa.
Al llegar a la entrada de lo que sería el camino para
ir hacia el Árbol Deku, alguien le impidió el paso a Link, el odioso Mido
parecía que por alguna razón detestaba al chico, de mal carácter y engreído no
lo dejaba pasar.
—Si quieres ver al gran Árbol Deku debes equiparte al
menos con alguna espada y escudo… ¡¿Eh pero que es eso?! —preguntó con fastidio
al notarlas—. Oh tienes un escudo Deku… ¡¿Y qué es eso?! —pareció gritar
evidenciando su molestia—. ¡¿Esa es la espada Kokiri?! ¡Dios mío! —giró la cara
evitando torcer la boca pero tarareando con el pie para contener su paciencia—.
Bueno, incluso con todo ese equipo un cobarde es un cobarde, yo el gran Mido
¡nunca te aceptaré como uno de nosotros!—. Extendió su mano deteniéndolo—.
¡Dime! ¿Cómo conseguiste ser el favorito de Saria y del gran Árbol Deku? ¡¿Eh?!
Grrrrr… —Gruñó molesto, Mido no disimuló su enojo y envidia pero sin poder
hacer nada más y sabiendo que no podía oponerse al llamado del gran Árbol Deku
se hizo a un lado y lo dejó pasar.
A todo eso Link pudo haber pensado muchas cosas, Mido
no era nada agradable y a primera vista podía caer muy mal pero el chico
sensato prefirió permanecer callado y no avivar una pelea sin sentido cuando
habían otras cosas más importantes y el menos Mido no merecía que perdieran el
tiempo con él.
Link avanzó por el camino pero antes de llegar…
—¡Link cuidado! —gritó Navi.
Unas extrañas
plantas tipo carnívoras aparecieron de la nada creciendo de inmediato, si no
actuaba rápido podían herirlo así que con la mayor agilidad —algo de lo que él
mismo se asombró—con la espada las cortó, al hacerlo
una nueva arma le apareció de ellas mismas; la vara Deku pero
de las cuales no podía portar más de diez, le
servirían para portar fuego en un determinado momento así que ya sabía la importancia
de las mismas. Venciendo a las plantas que se cruzaron por el camino y
guardando las varas por fin llegó hasta el gran Árbol Deku.
—Gran Árbol Deku he vuelto —le dijo Navi.
—Oh Navi, así que has vuelto —habló el enorme árbol en
una especie de telepatía—. Link bienvenido.
El chico lo miró y escuchó atentamente sin saber
porqué.
—Escucha bien lo que yo, el gran Árbol Deku voy a decirte, tus sueños no han tenido descanso en
estas lunas pasadas por las pesadillas, los aliados del mal se fortalecen, un
clima de maldad se extiende por todo Hyrule y causa pesadillas a quienes lo
sienten, ciertamente tú lo has sentido, Link es la hora de que pruebes tu
coraje, he sido maldecido necesito que rompas la maldición con tu sabiduría y
coraje ¿Tienes el suficiente coraje para encargarte de esta tarea?
El chico asintió, el árbol abrió la boca para dar
acceso a su interior y añadió:
—Entonces entra Link y tú también Navi, Navi el hada
debes ayudar a Link y Link cuando Navi te hable escucha sus palabras de
sabiduría.
De esta manera Link se adentró al interior del gran
Árbol Deku para vivir su primera aventura y probar su coraje.
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